El Madrid juega la próxima jornada en Zaragoza y el Barça recibe al Espanyol. ¿No cree que ustedes están en una situación más favorable que los blancos?
Nunca se sabe. A priori, sí. Siempre es mejor jugar en casa, pero luego tendremos que ir a Tarragona. A estas alturas, te la juegas igual en casa que fuera. Se trata de sumar los seis puntos.
El Espanyol lleva 25 años sin vencer en el Camp Nou.
Y el Madrid llevaba 20 hasta que ganó... Siempre hay un día en el que se acaba una racha. Esta temporada, además, es muy extraña. Confío en que sumemos estos seis puntos, pero será muy complicado.
A falta de saber si logran la Liga, ¿cómo analiza esta temporada?
Lo que he dicho, que ha sido muy irregular en resultados y en la que se ha hablado mucho fuera de lo que pasaba de puertas para adentro.
¿Y qué ha pasado?
La verdad es que no ha pasado nada. Se han producido dos efectos muy negativos: que se haya hablado de cosas falsas y que se haya hablado tanto de esto. No ha calado en el vestuario, pero sí entre los aficionados y eso ha desestabilizado un poco el ambiente que nos rodea.
¿Tenía la sensación de que no sucedía nada dentro?
Tenía la sensación de otras temporadas, de que íbamos todos a una, pero hemos perdido títulos que no esperábamos perder, como la Supercopa europea y el Mundial de clubs.
¿A qué achaca ese estado de opinión, a los malos resultados?
Es evidente que cuando no llegan los resultados, en el Barça y en cualquier club grande se habla de asuntos negativos. Es normal. Cuando las cosas nos iban bien, todo eran flores.
¿El balance de la temporada depende de si se gana la Liga o no?
Si la ganamos será un punto y final muy bonito, pero eso no quitará que haya sido una temporada irregular.
La percepción general es que el juego no ha sido tan bueno.
Yo destacaría que no hemos presionado al rival como acostumbrábamos y eso ha facilitado que el contrario tuviera más ocasiones de gol.
¿Y a nivel individual?
A pesar de que logramos grandes títulos siempre recuerdo la última temporada como mala y el míster me ayudó muchísimo con su confianza. Esta ha sido más tranquila, aunque no estoy contento porque hemos perdido varios títulos. En los momentos malos o muy malos siempre tengo muy presente que solo hay una salida: ir hacia arriba. El míster me ayudó y yo desconecté del entorno que nos rodea, que era una burbuja negativa.
El público ya no le discute.
Siempre tendré clara una cosa: el portero del Barça no dejará de ser nunca discutido ni un objeto de debate para el aficionado. Por dos razones. Primero, porque es una función individual, específica, en la que estás tú solo bajo los palos. Y, en segundo lugar, la historia así lo dice. Siempre estás expuesto a las críticas.
¿No cree que se ha ganado la confianza de la hinchada?
La confianza puede durar dos o tres semanas. A la que te equivocas, la confianza desaparece y llegan las críticas. Es muy normal y lo acepto. Lo sé porque ya lo he experimentado varias veces. A nadie le gustan las críticas, pero cuando llegan aún tengo más ganas de superarme.
Es de los porteros menos batidos. ¿Desea ganar el trofeo Zamora?
Sí. Cuando lo gané, lo interpreté como un reconocimiento al trabajo del equipo, un trabajo que a veces no se ve, y a mí me gusta que también se valore la labor defensiva.
¿Ha evolucionado como portero?
Aprendo poco a poco. Noto que cojo experiencia y que mejoro con el trabajo diario. ¿Parar penaltis? Hay algo de intuición, pero mucho de suerte.
¿Qué piensa cuando oye que este equipo está acabado?
Pienso que es más de lo mismo de una temporada llena de comentarios negativos por la falta de resultados. Primero, no creo en los ciclos; y, segundo, no creo que una plantilla con tanta gente joven esté acabada.
¿Y la falta de hambre y ambición?
Todos tenemos hambre. Es mentira que cuando has ganado un trofeo, te relajas; cuando ganas algo quieres repetir. Y cuantas más veces, mejor.
Es mejor salir de rúa que no poder salir a la calle.
Sí claro, es mejor salir de rúa, pero yo no tengo ningún problema en salir a la calle después de una derrota. Podemos ir con la cabeza muy alta.
¿Cree en este equipo todavía para la próxima campaña?
Sin duda. Tenemos un gran equipo para muchos años. Porque se están haciendo las cosas bien y porque en un año que no ha ido de cara hemos aprendido cosas que nos serán beneficiosas. Veníamos de una época en la que todo nos salía más o menos rodado y ahora, al sufrir lo que no habíamos sufrido en años anteriores, nos hará reflexionar y aprender. Ha sido un aprendizaje psicológico, sin duda. Pero futbolístico también. Antes se hacían las cosas de una manera y dejar de hacerlas te enseña que debes volver a repetirlas porque entonces te iba bien.