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La otra cara de Valdés
El portero azulgrana mostró su lado más personal, aquellas facetas de su vida que muy poca gente conoce
Mucha gente sólo conoce a los jugadores de fútbol por lo que ve a través de la televisión. Así, la mayoría de aficionados pueden ver en Víctor Valdés a un tipo atrevido, descarado y un tanto chulesco por el descaro que demuestra tener sobre los terrenos de juego. Pero esta es sólo una cara de la moneda, porqué un futbolista es más de lo que se vé en los partidos y en las ruedas de prensa. La otra cara del portero del Barça, la que muy poca gente, la de confianza, puede llegar a conocer, es la que ayer mostró en la entrevista que le hicieron en el magacín de tardes que emite la Televisió de Catalunya, ‘El Club’.
Ahí, Valdés contó que es un hombre supersticioso, y que cuando salta al campo evita pisar las líneas. De todos modos, él dice que “es una tontería. Soy un poco maniático y probablemente hago esto porqué me ayuda a concentrarme”. El presentador del programa, Albert Om, le enseñó un divertido vídeo en el que aparecía Víctor saltando al terreno de juego y literalmente dando botes para no pasar por encima de dichas líneas. Lo curioso de las imágenes era la comparación que hicieron con el personaje de Jack Nicholson en en el film ‘Mejor...imposible’, en el que el genial actor interpreta a un novelista maniático obsesivo que pasea por las calles vigilando mucho los sitios por dónde pisa.
El meta barcelonista también habló de su familia, sobretodo de su hermano Ricard, que fue quién le influyó para ser portero en lugar de jugador de campo -”de pequeño a uno le gusta más marcar goles”, dijo-, y de su padre, al que le gusta grabar y coleccionar todos los partidos que disputa su hijo. Víctor reconoció que antes los visionaba todos, pero que ahora ha dejado de hacerlo. Pero pese a que cuando era pequeño lo suyo no fuese estar entre los tres palos, no se arrepiente de su decisión de ser portero de fútbol, ya que “aunque es difícil serlo, por otra parte también es muy agradecido”.
A partir de aquí, el joven recordó su época en la Masia. “Lloré bastante. No había compañeros de mi edad, todo lo hacía solo. Fue muy difícil”. Pero esta no es una etapa amarga para Valdés, porque fue ahí dónde conoció al que actualmente es su mejor amigo dentro del vestidor: Andrés Iniesta, con el que tiene “mucha complicidad”.
Por último, y contestando a las más que osadas preguntas de unos niños, el meta azulgrana afirmó que no liga mucho porque es muy tímido, aunque “por ser jugador del Barça se acerca mucha gente”; que prefiere el fútbol a su mujer -”pero como no tengo esposa...”, dijo entre risas-; que algún día le gustaría marcar un gol con el Barça, aunque fuera desde el punto de penalty; que es un apasionado del cine pero no de los coches como por ejemplo Samuel Eto’o; y que por nada del mundo se considera chulo.
Y es que si es blanco y en botella y no tiene por qué ser leche, si Víctor Valdés da la sensación de ser un chico atrevido en el campo durante los 90 minutos que dura un partido, fuera de ellos puede no ser así.
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