El Barça inicia una semana crucial en Europa y en la Liga, con la visita del Madrid el próximo domingo. Gran parte del éxito recaerá, seguramente, en el acierto de Víctor Valdés bajo los palos. Como ha sucedido en las tres Ligas y las dos Champions que adornan el palmarés del portero azulgrana.
--Empieza el baile...
--Sí, entramos en una fase importante en la que nos jugamos mucho en las dos competiciones. Tenemos la esperanza de que nos salga todo muy bien. Llega el momento de dar la cara.
--¿Cómo ve al equipo?
--Bien, con muchas ganas. Nos estamos mentalizando para afrontar este tramo y alcanzar también en buenas condiciones el Mundial de clubs. Si ganamos al Inter y al Madrid saldremos muy reforzados. Son rivales directos en dos títulos, aunque el del Inter es prioritario. En la Liga habría un margen para recuperarse de un mal resultado, pero en la Champions, no.
--El Mundial de clubs también es una prioridad, ¿no?
--Sí, porque sería una forma muy chula, muy guapa, de cerrar el 2009. La ilusión de repetir todo lo que ganamos el año pasado sigue intacta, pero el Mundial nos ilusiona mucho porque el club no lo tiene. Porque también demostraríamos que este equipo quiere más, tiene esa mentalidad de querer ganar siempre, todo lo que se le ponga por delante. Son oportunidades que pasan una vez en la vida. Lo dijimos en Tokio, y mira por dónde se nos presenta una segunda oportunidad tres años después.
--Llega el Inter y llega Etoo.
--Aparte de Samuel, el Inter tiene un grupo de jugadores delante muy bueno, muy a tener en cuenta. Samuel es imprevisible: muy veloz, define con rapidez, se mueve muy bien entre líneas... Nos conoce y eso es un punto a su favor. Pero también le conocemos. Ya se vio en Milán, que supimos controlarle estando atentos a sus movimientos.
--Etoo le da la dosis de morbo.
--Un plus al partido, me parece bien. A mí se me hizo extraño verlo como rival en Milán. Es más complicado jugar contra un jugador al que conoces mucho y él te conoce a ti.
--¿Por qué?
--No sé, lo veo más complicado. Porque yo pensaré en lo que él pueda pensar y, como lo sabe, puede cambiar de decisión. Lo mismo le pasará a él. No he jugado ante muchos excompañeros, pero con Samu es evidente que nos conocemos mucho.
--Para él también será una carga emocional.
--Conociéndole, lo dejara todo en el campo. Porque es un profesional y siempre defiende al máximo los colores y, segundo, porque quiere seguir demostrando cosas en Europa y debe pasar a octavos.
--Con Etoo en el campo, Mourinho pasará desapercibido. Como Guardiola, que rehúye el protagonismo.
--Pero con nosotros siempre está muy encima, no nos deja ni un segundo. Ahora en serio: el míster, por lo que ha significado para el Barça y para el mundo del fútbol, es un protagonista. Y para mí, con todo lo que nos da, en confianza y tranquilidad, y todo lo que nos hace saber a nivel técnico, táctico, psicológico, pienso que el Barça no ha podido escoger mejor en su historia que a un entrenador como Guardiola. Los números hablan por sí solos, no voy a descubrirlo ahora. Es el mejor acierto de la historia del club.
--Con usted siempre ha sido elogioso y protector.
--He aprendido muchísimas cosas con él. Y lo más importante: me ha enseñado a pasármelo bien, a disfrutar del fútbol siendo portero, y eso es muy difícil. Siempre tiene una solución para cualquier problema y eso dice mucho de su calidad como persona y técnico.
--¿Cómo lo ha logrado?
--Me ha enseñado a leer los partidos, a comprender el juego y al final ves que te lo estás pasando bien allí detrás, mirándolo todo. Antes solo me divertía cuando el rival llegaba 10 o 12 veces, y eso en el Barça sucede en un partido de cada mil. El míster me ha hecho ver que el portero no solo debe parar, sino que hay muchísimas cosas más: cuidar la salida del balón, acompañar cualquier transición defensiva y ofensiva, estar atento al espacio que dejamos, a hablar y, sobre todo, a intentar mantener la posesión desde la portería. Para la gente no tiene importancia. Para el equipo, sí.
--¿Ha ido un paso más allá de Rijkaard en el plano defensivo?
-- Con Frank basábamos el sistema defensivo en la presión desde los puntas. Cuando no íbamos todos, los rivales nos empezaron a crear más ocasiones de gol. Con Guardiola seguimos presionando mucho la salida del rival adelantando mucho las líneas. Estamos todos muy juntos: apenas hay cuatro metros entre uno y otro, y solo hay que correr esos cuatro metros, no muchos más. El trabajo es muy bueno.
--Todos juntos menos usted. Y a intervenir solo dos veces por partido. Como en Kazan.
--La de la primera parte fue más difícil. Llevaba 40 minutos sin tocar la pelota, me dolía la cabeza, me mareaba con aquel frío. No recuerdo haberlo pasado tan mal en un campo. Estaba como paralizado.
El Periodico
Noviembre de 2009
