Víctor Valdés atrae, para lo bueno o para lo malo, la mirada del aficionado. Hay quien le admira por su carácter en el campo, por sus paradas espectaculares y su liderazgo bajo los palos, y hay quien le detesta por su pose un tanto chulesca y arrogante. En todo caso, nunca deja indiferente a nadie. Valdés ha aceptado jugar con nosotros a un pequeño ‘divertimento’ para aclarar muchas leyendas urbanas que circulan sobre su persona.
¿Es verdad que tenía a Oliver Kahn como ídolo, pero un día le pidió la camiseta, se la negó y desde entonces no quiere saber nada de Khan?
Totalmente falso. Es verdad que Khan era mi ídolo desde que, de pequeño, le vi jugar un partido de UEFA contra el Barça. En un Gamper el Bayern fui a pedirle la camiseta en el descanso, pero me dijo que me la daría al final del encuentro. Al final no pude acceder al campo y no me la pudo dar. Pero luego Puyol se la pidió en un amistoso que jugó España contra Alemania porque sabía que me hacía muchísima ilusión. Así que camiseta de Khan sí que tengo.
Que es un maniático del orden hasta llegar casi a lo enfermizo
Sí, es cierto. Soy muy maniático en bastantes sentidos. Siempre me ha gustado el orden, desde muy jovencito. A veces me sirve para matar el tiempo.
Que estuvo a punto de ser imagen de la marca Harley Davidson
No es verdad, porque no va con la vida de un futbolista. Lo que sí es verdad es que soy un loco del mundo de las Harley y que posiblemente cuando me retire lo primero que haga es comprarme una. Ahora ni tengo ni puedo llevar por mi profesión.
Que no cae bien a mucha gente
Cuando no tengo confianza me cuesta abrirme lo suficiente para que me puedan conocer y puedo dar esa imagen de tío seco.
Que en el campo es un chulo y un arrogante
Cuando estoy jugando sólo pienso en ganar, no en qué imagen estoy dando. Si transmito una imagen de tío arrogante no la puedo controlar. Quizás dé en el campo una imagen diferente a la que soy en la vida real.
Que toca el piano
Bueno, más bien lo aporreo. Si tocar el piano es saber tres o cuatro acordes entonces sí que lo toco.
Que acabó siendo portero por obligación
Fui portero por diferentes circunstancias de mi infancia que me empujaron a seguir por este camino. A mí no me gustaba, esa es la verdad. Quería disfrutar jugando al fútbol y en la portería no lo conseguía. Ahora tampoco lo veo como una diversión, pero es mi profesión. En todo caso agradezco a la gente de mi entorno que me supieron dirigir para que acabara como portero.
Que le dolió muchísimo que le llamaran pesetero en su renovación
Sí, es verdad. Me dolió mucho porque se dijeron muchas cosas de mí que no eran ciertas. Yo siempre me mantuve al margen y se dio de mí una imagen falsa. Esa imagen de pesetero que se vendió de mí me dolió muchísimo.
Que cuando se vaya Milito va a tener que volver a celebrar los goles solo
La verdad es que el portero siempre esta solo. Con los defensas siempre tengo una relación muy especial porque sufren igual que un portero. Se merecen un reconocimiento muy especial.
Que es el más supersticioso de la plantilla
Posiblemente. Y he ido perdiendo alguna con los años. Lo que sigo haciendo siempre es rezar una oración antes de empezar los partidos, siempre la misma. Me ayuda a conectar en los minutos previos al encuentro.
Que duerme muy poco, a veces ni cuatro horas al día
Eso era antes. Durante una etapa en mi vida sí que es verdad que tenía problemas para coger el sueño, pero ahora duermo como un bebé.
Que aún tiene en mente hacerse más tatuajes
Sí. Me haría más si pudiera pero durante la temporada no puedo. Es algo que me apasiona y seguro que pronto encontraré el motivo para hacerme uno nuevo.
Que su color preferido es el negro
Me gusta porque es un color que transmite sencillez y elegancia.
Que su portero español preferido es Santiago Cañizares
Sí. Al madurar como portero he pasado de admirar a Khan a admirar a Santi. Tenía un concepto de la meta con la que me identifico totalmente. Sobre todo me gustaba la seguridad que transmitía bajo los palos.
Que cuando pasea por Gavà con su perro más de uno se ha tenido que cambiar de acera
Bueno, ahora el pobre ya no está en casa porque con la llegada de nuestro hijo Dylan lo hemos tenido que apartar. He tenido dos ‘rotweiller’. Puede que el primero fuera un poco más impulsivo, pero este segundo es más cariñoso.
Que en su juventud tuvo ataques de rebeldía de los que se arrepiente
Seguramente he hecho cosas de las que ahora me arrepiento, pero yo no diría por querer ser rebelde sino más bien por ser demasiado impulsivo. Ese ha sido uno de mis peores defectos, que afortunadamente con el tiempo he ido limando poco a poco.
Que es el último en irse del vestuario porque es muy presumido y se mira mucho al espejo
Mentira y gorda. Es verdad que soy casi siempre el último de irme, pero es porque hago una serie de trabajo de recuperación que necesito. Ni me miro al espejo ni soy especialmente presumido.
Que se marchó cabreado tras el 2-6 en el Bernabéu porque le habían marcado dos goles
Evidentemente me fui contento por la victoria, tú dirás, pero si hablamos de mi rendimiento personal sí que es cierto que me marché del campo con la idea de que mi trabajo lo podría haber hecho mejor.
Que el Camp Nou le ha silbado más de una vez
Verdad. He vivido momentos muy duros y complicados en el Camp Nou. Pero soy el primero en aceptar que en momentos puntuales he cometido errores importantes y la afición me lo ha hecho saber de forma totalmente justificada. Cuando lo he hecho bien, la afición también me lo ha hecho saber, especialmente esta temporada.
Que ha sido el más contento del fichaje de Villa, su bestia negra
Cierto! Villa siempre me marcaba goles, así que teniéndolo a mi lado, un quebradero de cabeza menos.
Sport
Junio de 2010
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